Made in Ecuador
Antología Narrativa de la Generación de los 30
Algunos orgullos ecuatorianos
Por: Allison Cevallos, Fanny Barreno, Natania Campi e Ignacio Damiani
La literatura de los autores de la generación de 1930 en Ecuador se caracterizó por la presentación de una identidad que se acercó a las condiciones de vida del cholo, el obrero, el indio y el montuvio en la sociedad y el sentido de denuncia y protesta por la explotación y la injusticia a las que se han visto expuestos estos grupos humanos.
En esta ocasión, estaremos analizando cuatro autores ecuatorianos que fueron muy importantes para este movimiento.
Jorge Icaza
Fue un destacado escritor ecuatoriano reconocido por su obra "Huasipungo" (1934), una poderosa denuncia de la explotación y opresión de los trabajadores indígenas en Ecuador. Su estilo directo y realista evidencia su compromiso con la justicia social y la crítica al sistema de haciendas. Además de "Huasipungo", Icaza escribió obras como "El Chulla Romero y Flores" (1934) y "Media vida deslumbrados" (1940), que continúan explorando las realidades sociales y políticas de Ecuador. Su legado perdura como un ícono de la literatura indigenista y como una voz influyente en la Generación del 30 ecuatoriana.
Fragmento Representativo:
"En la vastedad de la pampa, bajo el sol o la lluvia, sobre la nieve o la maleza, al pie de las majadas de los señores, detrás de las chozas miserables, siempre está el huasipungo, extensión de tierra improductiva, que para siempre lleva en su entraña a los peones, a los sirvientes, a los esclavos de la tierra, porque en el huasipungo están selladas sus vidas como los cuerpos en las tumbas, y ya no podrán sacarlos de allí, ni la tierra ni el cielo."
Este fragmento ilustra la cruda realidad de la vida de los trabajadores indígenas en las haciendas ecuatorianas, reflejando la preocupación de Icaza por la injusticia social y la lucha por los derechos de los más desfavorecidos. Su obra resonó profundamente en la Generación del 30, inspirando a otros escritores a abordar temas similares de inequidad y opresión en sus obras literarias.
Redactado por Natania Campi
Ángel Felicimos Rojas
(El Éxodo de Yangana)
El éxodo de
Yangana, una de las novelas de apertura a la modernidad en la literatura
ecuatoriana, fue escrita por Ángel Felicísimo Rojas. La obra se considera como
la que cierra el ciclo de escritura de los miembros de la Generación del 30 en
Ecuador, aunque es poco conocida para la crítica y estudiosos de las letras
ecuatorianas e hispanoamericanas, la novela ofrece novedosos aportes al manejo
de la ficción en las letras ecuatorianas de la primera mitad del siglo XX.
Ángel F.
Rojas nació en 1910 en la región de Loja, Ecuador, y pasó sus primeros años de
vida en El Plateado, creció en una época de grandes cambios sociales y
culturales, marcada por la lucha de su madre por sostenerlo en medio de
desigualdades económicas. Desde joven, Rojas sintió la injusticia social y se
involucró en lecturas socialistas, afiliándose al Partido Socialista a los
dieciséis años.
Durante sus
años universitarios y su vida posterior, Rojas fue un activo lector, escritor y
editor, participando en diversas revistas; escribió su primera novela,
"Banca", entre 1931 y 1932; su obra más destacada, El éxodo de
Yangana, fue escrita entre 1938 y 1940 y publicada en Buenos Aires en 1949, la
novela refleja su compromiso político y esfuerzos por situar la narrativa de
ficción ecuatoriana en el contexto internacional de las letras.
Rojas se
desafilió del Partido Socialista en la década de 1940, pero su compromiso
ideológico persistió. En 1941 y 1942, como secretario general del Partido
Socialista en Guayaquil, trató de formar un frente común para enfrentar la
agresión armada peruana, lo que le llevó a prisión; durante su encarcelamiento,
escribió su tercera novela, "Curipamba".
El autor,
influenciado por experiencias personales y la narración de su abuela sobre
conflictos sociales en la región, presenta una historia compleja con múltiples
voces narrativas, la novela estructura su relato mediante preludios,
interludios y postludios, explorando la vida y situaciones de los habitantes de
Yangana, un pueblo que decide emprender un éxodo para resistir la opresión.
El contexto
histórico de la obra se sitúa en los años 30, una época de cambios políticos y
sociales en Ecuador, donde se gestaba el movimiento comunista y se vivían
tensiones que llevaron a situaciones conflictivas. La narrativa de Rojas
refleja su compromiso socialista y su participación en movimientos políticos de
la época.
En la obra
se aborda la lucha de un pueblo agrario de extracción indígena que se ve
forzado a abandonar su tierra ancestral debido a la opresión de gamonales y la
injusticia social, su obra refleja su compromiso político y su percepción de
las desigualdades sociales, la novela, escrita entre 1938 y 1940 pero publicada
en 1949, marca el cierre del ciclo de escritura de la Generación del 30 en
Ecuador.
La novela
destaca por su enfoque en la realidad social ecuatoriana y por anticipar
elementos que luego caracterizarían a la "Generación del Boom" en la
literatura latinoamericana; aunque la importancia de la obra es reconocida, la
crítica y los estudios sobre ella son limitados. Ángel Felicísimo Rojas, a lo
largo de su vida, también desempeñó roles como abogado, editor y político,
manteniendo su compromiso ideológico hasta su fallecimiento en 2003.
Si quieres saber más sobre este escritor, te invitamos a dar click al siguiente link en donde no solo encontrarás la biografia de Ángel Rojas, también su novela más conocida:
https://www.stockcero.com/pdfs/978-987-1136-63-6_SAMP.pdf
Redactado por Ignacio Damiani
Joaquín Gallegos Lara
Fue un destacado escritor y político ecuatoriano, considerado uno de los principales representantes del indigenismo en la literatura ecuatoriana. Obtuvo su título de abogado en 1936 y ese mismo año publicó su primera novela, "Las cruces sobre el agua". Su obra, que incluye los cuentos de "Los que se van" (1930) y las novelas "El mundo es ancho y ajeno" (1941) y "Yunga" (1942), buscó reivindicar al indígena ecuatoriano, denunciando la opresión y las difíciles condiciones de vida que enfrentaban. Gallegos Lara destacó por su estilo ágil y una prosa poética que capturaba la realidad de manera conmovedora, a pesar de su corta vida, fue diputado en 1946, pero trágicamente falleció al año siguiente en un accidente de avión a la edad de 36 años. Su legado perdura como uno de los máximos exponentes de la Generación del 30 en Ecuador, dejando una huella imborrable por su compromiso con la justicia social y los derechos de los pueblos originarios.
Fragmentos Representativos:
"Los indios del Ecuador, siempre agobiados por la injusticia, han venido de lejos, han traído sus tristezas, su pesar, sus penas, su amargura, sus problemas, sus trajes y sus collares. En la marcha de los indios hay toda la amargura del indio pobre, del indio olvidado, del indio menospreciado. La marcha de los indios es el grito del indio que pide justicia."
Tomado de su obra "Canción para que no muera en el olvido":
"A la huida de las garzas al alba, una mujer de Cuenca, como antes musa hermana, hace la enagua de lino. Hace la enagua como los campos hacen el viento con trigales o hacen los dedos de los niños el río con las arenillas del verano. Y, como el sol del aguacero sacude en la arboleda la lluvia hasta hacerla sombra de las hojas, su cintura, redonda y clara, sacude a la enagua como si ella misma fuera la huida de las garzas al alba."
Estos fragmentos ilustra la habilidad de Gallegos Lara para capturar la esencia de la vida cotidiana y su compromiso con una poesía arraigada en la realidad de Ecuador. Además, refleja el afán de la Generación del 30 de reivindicar al indígena y ensalzar poéticamente los valores culturales autóctonos, dentro de una literatura comprometida con lo social.
Redactado por Fanny Barreno
Enrique Gil Gilbert
¡Esperamos haya sido de tu agrado aprender un poquito de tú cultura e historia!
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